LA ESTRATEGIA EUROPEA CONTRA EL CAMBIO CLIMATICO DEBE PRIORIZAR PESCA Y ACUICULTURA
Hoy hemos recuperado las tradiciones que llevan aparejados los plenos en Estrasburgo, órdenes del día maratonianos, intervenciones a última hora de la tarde por no decir primeras de la noche. El tema que ha centrado el último debate del día ha sido el trámite de una pregunta elaborada por la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo centrada en los planes comunitarios para neutralizar los efectos del cambio climático y su impacto en el sector de la pesca y la acuicultura.
Me ha parecido fundamental trasladar en un pleno acostumbrado a despotricar contra el sector pesquero el esfuerzo que hemos realizado las comunidades pesqueras para hacer más sostenible nuestra actividad económica fundamental. También he querido recordar que fuimos de los primeros sectores que con más rigor nos aplicamos a defender y preservar el medio. La niña que fui, hija de una familia de pescadores, aprendió muy pronto lo que significa sostenibilidad y el compromiso que implica. Fuimos de los primeros en pagar el precio social y económico que implica asumir que vivimos en un planeta con límites.
Por eso me ha tocado defender e insistir en que el sector de la pesca y la acuicultura por asomarse al medio que anticipa todos los problemas vinculados al cambio climático sea una prioridad en la estrategia que construye la Unión para prevenir y hacer más resilientes a todos sus estados miembros ante el cambio climático. He recordado el esfuerzo realizado por este sector ante otros cambios para trabajar de modo más sostenible y defendido que se aproveche ese esfuerzo y experiencia para garantizar la resiliencia de un sector estratégico para la Unión europea por su papel en la seguridad alimentaria y porque mantiene comunidades y culturas que son parte de la diversidad en que se basa nuestra Unión.
Una vez asumido que algunos de los efectos del cambio climático, pese a que se reduzcan las emisiones tiene consecuencias irreversibles y llevará aparejadas nuevas restricciones las gentes que vivimos asomadas al mar queremos que se prioricen las medidas que vamos a necesitar para adaptarnos a la nueva certeza. Las personas de las comunidades costeras vivimos en la orilla en la que se anticipan ya todos los cambios que vienen. Por eso pedimos un plan específico y prioritario que nos permita ser más proactivos que reactivos. Saludamos la importancia que la nueva estrategia europea de adaptación al cambio climático da a las comunidades locales y queremos aprovecharla. Siendo protagonistas en información, conocimiento, formación y diversificación.
En definitiva, pedimos solidaridad, empatía y cariño. Las actividades económicas vinculadas al mar son más sostenibles hoy gracias al esfuerzo de las comunidades costeras. Merecemos que se reconozca y aproveche el camino recorrido para enfrentar el siguiente reto, garantizar la resiliencia de un sector estratégico. No en vano la acuicultura y la pesca son claves para la seguridad alimentaria europea. Pero además mantienen comunidades y culturas que son parte imprescindible de la diversidad en que se basa nuestra Unión.
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