EL REALISMO AMBICIOSO DE LA ESTRATEGIA VASCA DEL HIDRÓGENO ENCAJA EN LOS PLANES EUROPEOS

El Parlamento Europeo inició ayer su plenario de Mayo con un debate conjunto sobre el papel de la transición energética en la des carbonización de la economía que incorporaba un informe sobre integración del sistema energético y otro dedicado a definir y establecer las bases de la estrategia europea para la producción de hidrógeno como fuente de energía. Euskadi ha adquirido a nivel europeo un papel protagonista en este último ámbito al poner en marcha el “Corredor vasco del hidrógeno” una de las piezas clave de la estrategia energética vasca para las dos próximas décadas. Esta iniciativa reúne a 8 instituciones, 12 centros de conocimiento y asociaciones empresariales y 58 empresas y prevé invertir en los próximos cinco años 1.300 millones de euros y generar más de 1.340 puestos de trabajo directos y 6.700 indirectos.

El realismo ambicioso con el que se ha redactado la estrategia vasca del hidrógeno y se ha puesto en marcha el corredor dedicado a promover la producción de esta fuente de energía está totalmente alineado con los planes europeos para que Europa sea un territorio neutro en emisiones de carbono para 2050. La necesaria transición energética necesita realismo para tener éxito, pero también ambición para que el impulso de los fondos europeos contribuya a que esta transición opte siempre por la eficiencia, prime la descarbonización y reduzca al máximo los costes sociales del proceso.

El contraste entre la estrategia que ha aprobado hoy la eurocámara y los detalles del plan vasco y su plasmación práctica en la alianza público privada que impulsa el mencionado corredor permite constatar que estamos perfectamente alineados con la estrategia europea en la materia, la primera condición para que los proyectos que integran esta iniciativa puedan captar fondos del plan europeo de recuperación y resiliencia.

Este debate a servido para fijar la postura y poner negro sobre blanco las aportaciones del Parlamento a la estrategia que prepara la Comisión Europea. Para que la estrategia funcione es capitral que exista una definición homogénea en toda Europa para el hidrógeno en función del origen de la energía que se utiliza para producirlo. Nosotros consideramos un objetivo prioritario la producción de hidrógeno renovable y coincidimos con la estrategia europea en que el producido con energía que genera emisiones debe jugar un papel en la transición pero con un proceso de eliminación predecible y rápido. Además, apoyamos emplear esta fuente de energía en una primera fase para aplicarla en aquellos sectores en los que hoy es ya casi rentable y en los que resulta más difícil iniciar la descarbonización por otros métodos. Una novedad energética como esta precisa además desarrollar en paralelo oferta y demanda y anima a. realizar una transformación progresiva de la infraestructura del gas para adaptarla al hidrógeno e incluir objetivos y planes concretos en esa línea en la próxima revisión del plan director de infraestructuras europeo (TEN-T).

Otra buena noticia es que la estrategia europea señale la importancia y el papel de experiencias regionales avanzadas en torno a esta fuente de energía renovable, como nuestro corredor. También es trascendental que ese desarrollo se produzca en un ámbito en el que se atienda el reciclaje y la formación de profesionales preparados para la convivencia con esta nueva tecnología. Esta circunstancia es una de las fortalezas del proyecto vasco de corredor del hidrógeno porque se desarrolla en un ecosistema en el que ya existe un buen nivel técnico, en el que hay centros tecnológicos y de formación que incluyen ya el hidrógeno en sus catálogos de trabajo y un sistema de formación profesional que es referencia en Europa tanto por su flexibilidad y capacidad de adaptación a las novedades del mercado laboral como por su conexión con el aparato productivo.

 

 

 

 

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