MAS RESPETO PARA EL SECTOR PESQUERO Y MAS DERECHOS PARA LOS CONSUMIDORES EN EL NUEVO REGLAMENTO DE CONTROL
El Parlamento Europeo debate esta tarde y votará esta semana el informe que mejorará la legislación que se aplica en la Unión para controlar las actividades del sector pesquero. La digitalización y simplificación de los procedimientos y la homogeneización de conceptos y procesos suponen un avance que hará más fiables los datos y reducirá las cargas administrativas y económicas necesarias para recogerlas. El reglamento renueva el anterior, fusiona otra normativa dispersa y en definitiva mejora la seguridad jurídica de los operadores del sector.
Por mi parte espero también otras dos cosas. En primer lugar, que el esfuerzo que realiza el sector para operar de manera sostenible, para realizar sus actividades de acuerdo con las normas laborales, respetando el medio y consiguiendo comer y vivir dignamente gracias al duro trabajo que realizan se reconozca. Estoy más que harta de escuchar discursos de personas que no han hablado en su vida con un pescador y no saben lo que es una red sobre lo malos que son los pescadores. La otra es que los consumidores que hablan y apuesta por la sostenibilidad premien con su poder de compra las producciones realmente sostenibles. Hablar es fácil. Hacer requiere, a lo mejor, animarse a gastar unos euros más al año en productos que, de verdad sean económica, ambiental y socialmente sostenibles.
Por eso esta tarde en el debate he señalado que el nuevo reglamento de control de pesca fomenta con hechos la pesca económica, social y ambientalmente sostenible, apoyará los derechos de los consumidores y les permitirá premiar con su compra las producciones pesqueras europeas que cumplan esas condiciones. El esfuerzo de los profesionales en esta línea merece mejor consideración social. Por eso he pedido expresamente al comisario Sinkevicius que se acerque al sector, hable con los pescadores, olvide los prejuicios y profundice en los valores que impulsan al sector.
He trabajado mucho y duro en este informe porque he sido la ponente de mi grupo, Renew Europe, en las negociaciones. Tras meses de reuniones, contactos dialogo y acuerdos, creo que el texto que hemos debatido es un paso decisivo para fomentar con hechos la pesca económica, social y ambientalmente sostenible el objetivo principal de la Política pesquera común. Para conseguirlo hemos apostado por digitalizar herramientas y procesos para que los datos sobre capturas sean más fáciles y baratos de recoger y más fiables. Así tendremos información exhaustiva y garantizada del origen y condiciones en que se ha capturado y tratado el pescado que vamos a comer. Esa información mejorará el etiquetado y los derechos de los consumidores que así podrán premiar con su compra las producciones europeas realmente sostenibles.
Hemos homogeneizado muchos conceptos que antes aplicaba cada estado “a su aire”. Entre los términos más importantes figuran los de “partida” o el lote de pescado lo que nos permitirá mejorar la trazabilidad y blindarnos frente a productos procedentes de operaciones de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Hemos apostado por fórmulas innovadoras, digitalizando y homogeneizando procesos de seguimiento de capturas. Incentivamos la instalación voluntaria de cámaras en los barcos, que será obligatoria en caso de sanciones graves o reincidencia. Seguridad de los tripulantes y control se dan la mano con el seguimiento satelital de todo tipo de barcos pesqueros. La pesca recreativa, por primera vez, se incorpora al control sistemático de su impacto en los stocks pesqueros para medir como interfiere con la actividad profesional.
Cumpliendo este reglamento el sector realiza un nuevo esfuerzo de transparencia y asume nuevas obligaciones que merece mejor consideración social. A esos efectos he criticado la polémica impulsada por la Comisión sobre el “margen de tolerancia” que es más fruto del prejuicio que del conocimiento. El margen de tolerancia es un mero ajuste operativo para ajustar la estimación de lo que se captura al resultado que arroja la báscula en la descarga. En consecuencia, no permite pescar más. Cada barco se ajusta a su cuota. Creo que al comisario no le ha gustado nada escucharlo. Pero tendrá que reconocer que han sido muchos los diputados que han incidido en la misma idea.
Por esa razón, al terminar la intervención, en nombre y por petición expresa de las personas que viven en y de la mar he trasladado al comisario Sinkevicius una petición expresa: Olvide los prejuicios. Acérquese a barcos, puertos y lonjas. Hable con los pescadores. Profundice sobre los valores que impulsan al sector. Eso es lo que esperan de usted.
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