HACIA UNA VISIÓN COMPARTIDA SOBRE EL EXPOLIO DE LA SEDE DEL GOBIERNO VASCO EN EL EXILIO
No quería dejar de compartir con vosotros la ilusión que me ha hecho completar con éxito la misión que nos planteamos para poner en marcha nuevas acciones destinadas a reivindicar la propiedad de la sede del gobierno vasco en el exilio ubicada en el número 11 de la avenida Marceau. La novedad es que, en esta ocasión, nos presentábamos en la capital francesa con el apoyo de los eurodiputados que forman parte del grupo que trabaja toda esta legislatura en cuestiones de memoria Histórica. Este grupo ha conseguido algunos logros que parecían imposibles hace cinco años. De momento la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ya acepta estas quejas, las investiga y hasta ha permitido comparecer a víctimas del franquismo en la euro cámara. Nosotros abrimos brecha impulsando la que presentó y defendió en Bruselas la asociación “Martxoak hiru”. El mismo camino esperamos que haga la de Sanfermines 78. esta misma semana hemos recibido la noticia de que se ha admitido a trámite la queja presentada por las víctimas del torturador “Willy el niño”.
Hemos conseguido juntos además muchas otras cosas. Con ese apoyo ayer nos presentamos en parís Miguel Urban y yo, en representación de este grupo para hacer un breve, pero emotivo acto frente a la Delegación del Gobierno vasco en París y para entrevistarnos con los responsables del instituto cervantes, que es la entidad que actualmente ocupa estos locales. El edificio de la avenida Marceau se encuentra actualmente en obras adaptando sus estructuras a la exigente normativa de seguridad en la construcción que se aplica en Francia.
Nuestra primera actividad consistió en visitar el edificio de la avenida Marceau como muestra de apoyo de los miembros de este grupo a la reivindicación sobre la propiedad de este inmueble que ocupa hoy el Instituto Cervantes. Frente a la puerta del edificio expresamos este apoyo con la presencia de varios medios de comunicación. esta línea de trabajo, visitar lugares relevantes para la memoria democrática, nos ha llevado también a lugares como el “Valle de los Caidos” y poco después al Pazo de Meirás.
Posteriormente nos desplazamos a las oficinas del instituto para entrevistarnos con sus responsables, informarles del nuevo apoyo que ha recibido nuestra reivindicación sobre el edificio y proponerles una idea que paso a comentaros enseguida. Quiero en primer lugar agradecer al Director del Instituto en París Javier Muñoz, su rápida y amable respuesta a nuestra petición de reunión. No pudo estar con nosotros por razones de agenda, pero nos recibió la administradora de la entidad Soledad García Sebastián y el responsable de gestión cultural Eduardo Navarro Carrión.
Creo que esta reunión fue muy positiva. Planteamos una idea que creo que puede ser interesante para que ambas partes podamos acercar puntos de vista en torno a lo que ocurrió con aquel edificio. La propuesta es intentar organizar juntos, cuando acaben las obras del edificio unas jornadas sobre lo que aquel inmueble significó para la defensa de la legalidad republicana, la atención a personas exiladas (no solo vascas) y su papel en la puesta en marcha de organizaciones como el Consejo vasco del Movimiento Europeo. Igualmente, las jornadas recordarían reuniones y actividades desarrolladas en aquel edifico en materia de construcción europea pues allí se desarrollaron importantes actividades de acción exterior del gobierno vinculadas a los Nuevos Equipos Internacionales. Por supuesto en el programa de las jornadas plantearemos que se incluya la historia de la incautación de este edificio en la que el PNV, su legítimo propietario no tuvo oportunidad alguna de hacer valer sus derechos.
La respuesta a esta iniciativa fue buena, receptiva. El Instituto Cervantes tiene un plan de acción sobre memoria histórica y la idea puede permitirnos construir una mirada compartida sobre lo ocurrido que es el primer paso para propiciar una solución. Como se recordará el contencioso jurídico y político en torno a este inmueble se mantiene vivo porque el edificio que se reclama fue propiedad del PNV desde 1936 hasta 1940. Sus propietarios lo cedieron en 1937 al Lehendakari José Antonio Agirre para que pudiese instalar allí la sede del ejecutivo vasco en el exilio. Este fue un gobierno de concentración en el que se integraron todas las fuerzas políticas que permanecieron leales al Gobierno de la República que fue víctima del golpe de estado de 1936. En 1940 fue incautado por las tropas nazis durante la ocupación alemana. Posteriormente tras la II Guerra Mundial y desde 1944 fue de nuevo sede del Gobierno Vasco en el exilio y albergo reuniones del Consejo del Movimiento Europeo. En 1951 el Gobierno de la República Francesa ordenó su desalojo y se lo entregó al Gobierno del dictador Franco. Desde entonces el legítimo propietario de este edificio, que fue adquirido gracias a las donaciones de vascos exilados en América, ha venido reclamando su devolución.
Desde nuestro punto de vista no hay duda de quién fue titular del edificio, porque en su primera incautación estuvieron implicadas las tropas nazis y porque la entrega de este inmueble se realizó, sin tener en cuenta ninguna de estas circunstancias, al gobierno de una dictadura. Todo ello propició la completa indefensión de sus legítimos propietarios. Poder contar todo esto en unas jornadas a celebrar en ese edificio me parece un gran primer paso, una forma de reivindicar con mucho más que una placa la historia de aquel edificio.
Nuestro tercer objetivo fue buscar una colaboración en la revisión de este asunto en la propia Asamblea nacional. Allí planteamos un trabajo conjunto entre el grupo de memoria histórica del Parlamento Europeo y diputados franceses con esa inquietud y lanzamos la idea de que la “puesta de largo” de esta alianza por la memoria podía ser las jornadas en Avenida Marceau11. Esta semana son vacaciones parlamentarias en Francia, pero conseguimos numerosas respuestas positivas además de las que personalmente recogimos en la reunión. Quedamos en volver a reunirnos tras las elecciones europeas para poner en marcha este grupo de trabajo al que queremos incorporar también a los diputados del congreso y senadores que se interesen en trabajan con nosotros en esta materia.
En definitiva, un balance extraordinario. Y una vía que creo que puede dar mucho de sí en un momento en el que hay que esforzarse por propiciar que la verdad, la justicia y la reparación propicien las garantías de no repetición de conflictos como el que llevó al exilio del gobierno vasco o el que propició que los nazis pudiesen incautar en primera instancia esta sede. Y qué decir sobre el proceso geo-polìtico que no jurídico que aconsejó al gobierno francés, en 1951 secundar las apetencias del dictador Franco y entregar definitivamente aquella sede al Gobierno de aquel régimen criminal.
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«TOOS DIFERENTES, TODOS IGUALES» era el lema clave de una campaña del Consejo de Europa de hace ya varias décadas.
Y si, todos diferentes genéticamente, aunque sea muy poquito.
Pero con la aspiración de ser todos iguales en dignidad, en derechos y en obligaciones.
Es aún una aspiración a conquistar. Y en ello estamos muchas personas. En eso estamos y estaremos.
Lo del PNV y la actual sede del Instituto Cervantes en París no pasa de ser el aburrido sonsonete de quienes perdieron la guerra civil en menos de 9 meses, henchidos de orgullo racial y ayunos de sólidas convicciones democraticas, amarrados a querencias identitarias estériles y esterilizantes.
Puede que el PNV conserve a uno de los suyos como miembro español del próximo Parlamento Europeo pero ese no es el buen futuro que si tratan de alumbrar otras fuerzas políticas, MIELentre ellas.
Salud y saludos.
El PNV de aquel Aguirre, devia apoyar la legalidad republicana al mismo tiempo que obstaculitzava la capacidad de la II republica para enfrentarse con exito a los sublevados.
Y aquel PNV de Aguirre acabo’ derrotados militarmente a manos, bàsicamentre , de los carlistas, tan vascos como ellos pero con otra concepcion sobre lo que querian que fuera el Pais Vasco.
El actual PNV es un mas que dudoso socio para la defensa del Estado de Derecho, por muchas invocacions que haga sobre su «profundo sentimiento europeista y democratico».
Hechos y no palabras, es lo que debemos y podemos exigirles.
Es tan obvio que el PNV de los años 30 era sólo la fracción política vasca que se hizo con el poder autonómico aprovechando el marasmo republicano del momento, que hasta un peneuvista tan significado como Iñaki Anasagasti detalla en «Los vascos de Franco» una amplia colección de vascos al servicio de los rebeldes y de su largo régimen tras vencer en la guerra civil, con el apoyo Italo-aleman.Y no son personajes de segunda fila, esos nombres vascos del régimen franquista.
LOS VASCOS DE FRANCO
https://www.eaj-pnv.eus/documentos/los-vascos-franco_7093.html
Aguirre y sus cuates podían intrigar desde su servicio de espionaje y desde los centros vascos en América, pero el asentamiento del régimen franquista se hizo con abundante e intensa participación vasca. Ocurrió algo similar en Cataluña, aunque décadas de propaganda secesionista intenten sepultar en el olvido el teso y el entusiasmo con que los Bau, los Carandell y tantos y tantos apellidos de lustre en Catalña, trabajaron con y por Franco.
La realidad es la que es y la que fue, no la que quiere imponer la propaganda.
Salud y saludos.
Salud y saludos