POR UNA RENTA MINIMA DE INSERCION A NIVEL EUROPEO
Desde que comenzó esta legislatura hemos insistido, con el lema “más Europa, otra Europa”, en la necesidad de reactivar el pilar social de la unión, su dimensión de solidaridad. La necesidad de seguir manteniendo nuestra unión como referencia mundial en materia de asistencia social, redistribución de renta y riqueza, de justicia distributiva. Esos han sido mensajes permanentes tanto hacia la internacional de la que formamos parte como hacia las instituciones europeas.
Por eso hoy, insistiendo en esa línea de trabajo hemos defendido la necesidad de que una directiva europea establezca un marco de mínimos para que en todos los países de la unión funcionen rentas de garantía de inserción para luchar contra la pobreza. Para apoyar mi petición he utilizado los datos de la experiencia vasca con la RGI, que han permitido a Euskadi reducir el riesgo de pobreza al 9% frente al 23% del resto del estado. Más que palabras. Estamos trabajando, como dijo en su día el lehendakari Urkullu, para rescatar personas de los efectos de la crisis.
Realicé esta aportación en la tarde noche de ayer, en un debate sobre la renta Básica Europea, que sirvió para repasar las medidas adoptadas por Bruselas para poner en marcha esta medida, reclamada en su día por nosotros para apoyar a la Comisión Juncker. El informe dedicado al tema por el Parlamento aboga igualmente por establecer una serie de definiciones e indicadores a nivel europeo que faciliten la puesta en marcha y la monitorización de este tipo de sistemas de protección social. El documento reconoce que en los lugares en que han funcionado bien estos mecanismos, los efectos de la recesión sobre la ciudadanía han sido menores.
Yo creo que un marco europeo que establezca las condiciones de una renta mínima de inserción a nivel europeo y ayude a su financiación es fundamental. Estos sistemas son la mejor respuesta conocida, cuando no se consigue un empleo digno y de calidad, para rescatar personas de las terribles secuelas personales que produce el desempleo, para proporcionar una plataforma sólida de reinserción laboral y para combatir la marginalidad.
Para apoyar esta opinión recordé ayer ante el pleno de la eurocámara la apuesta por la Europa social que se ha realizado en Euskadi a través de la RGI, que en su día fue analizada por los miembros del intergrupo de lucha contra la pobreza que funciona en el Parlamento Europeo. “La renta de inserción que funciona en Euskadi, que seguimos trabajando para mejorar, atiende al 20% de los perceptores y supone cerca del 40% del dinero que se invierte en el estado en este tipo de programas, cuando nuestra población es apenas 4.65 %. Esto propicia que nuestra tasa de riesgo de pobreza no llegue al 9% frente al 22,3% de nuestro estado miembro y ayuda a mantener el paro entre los más bajos del estado. Nunca será suficiente, nunca nos conformaremos con estos datos, pero al menos lo estamos intentando y ese empeño, llama la atención en europa.
Category: Blog