EUROPEISTAS CON SOLERA. EL CARTEL DEL ABERRI EGUNA DE 1933 EN LA SEDE CENTRAL DEL GRUPO ALDE
Esta mañana hemos realizado un pequeño pero importante y para mi emocionante acto en las oficinas centrales del grupo ALDE en Bruselas. Hemos entregado al presidente de nuestro grupo Guy Verhofstadt una reproducción del cartel anunciador que el Partido Nacionalista Vasco publicó para anunciar el Aberri Eguna de 1933. Aquí podéis ver la importancia y valor que nuestro presidente, posiblemente el más reputado y respetado federalista europeo da a la trayectoria europeísta de EAJ-PNV. De hecho el cartel adorna hoy la entrada de su despacho en el Parlamento Europeo. Y es que nuestro partido fue no solo visionario sino además un activo precursor de la idea de la construcción europea. Porque en el federalismo, en la voluntaria adhesión de las diferentes naciones europeas, de todas las naciones europeas que así lo quieran al proyecto de Unión, está la solución y la fortaleza del problema europeo.
En este entorno las identidades nacionales no pueden ser excluyentes sino integradoras. Eso quiere decir, desde que se acuñó, el lema “unidos en la diversidad”. El PNV ha estado desde el inicio en la creación de las ideas y la promoción de los valores europeístas que van a fundar una unión más federal, más abierta, más global y más capacitada para operar como actor relevante en el panorama mundial. Y allí estuvimos, si. Líderes como el lehendakari Agirre o el vice lehendakari Francisco Javier de Landaburu con su inolvidable “La causa del pueblo vasco”. En los nuevos equipos internacionales, en el Congreso de La Haya, compartiendo mesa y mantel con De Gasperi o el propio Schumman. Y dejando en las reflexiones que dieron origen primero a la Comunidad del Carbón y del Acero y después al Tratado de Roma una impronta no solo federalista sino social que son ambas hoy seña de identidad del proyecto europeo y clave para su éxito futuro. Porque el Lehendakari Agirre, por ejemplo, no solo hablaba sobre política social. Creó en su propia empresa un sistema avanzado de seguridad social, acceso a la vivienda, vacaciones pagadas y otras ventajas sociales que fueron una auténtica revolución y novedad en su tiempo.
La mayor parte de la opinión pública y publicada en España prescinde de esta realidad de manera deliberada o por simple desconocimiento y especialmente por comodidad. De tomar la opción contraria, de molestarse en conocer y analizar, certificarían que esa trayectoria intachablemente democrática, vinculada desde hace décadas a los valores europeístas en los que se formaron los dirigentes jeltzales producen las políticas públicas más progresistas y avanzadas que se practican actualmente en el estado. De hecho la puesta en marcha de proyectos clave en materias como educación, formación profesional, sanidad, servicios sociales (renta básica) ó respeto a los derechos fundamentales en temas críticos como la prestación del servicio público de seguridad, etc. son tomados frecuentemente como ejemplo desde las instituciones europeas.
Dicha realidad se acompaña además con un notable esfuerzo de promoción y apoyo a la economía real que produce nada despreciables resultados en materias críticas como la innovación o la política industrial que también han sido reiteradamente elogiados por las autoridades europeas. Lo mismo que la presencia e influencia en el tejido económico vasco de la economía social. Además los valores que en general y de manera muy horizontal profesa la ciudadanía vasca propician unos niveles de corrupción que nada tiene que ver con los que se registran en otros lares.
Por eso os animo a que repaséis este vídeo en el que el líder de “Ciudadanos” Albert Rivera desprecia, esperemos que simplemente por ignorancia, la historia que Aitor Esteban le recuordaba esta misma semana en el Congreso de los Diputados: nuestra larga, contrastable y significativa trayectoria en materia de construcción europea. Una aportación que tiene detrás la historia de los miles de vascos que arriesgaron su vida y sufrieron fusilamientos, largas penas de cárcel, exilio, represión y todo tipo de sufrimientos por defender los valores que fundan la Democracia Europea.
Malo es que el origen del desprecio, de las risas despectivas, del ademán chulesco que siempre utilizan quienes nada tiene que decir, sea la ignorancia. Peor sería que lo hiciese porque no sabe o no quiere escuchar al otro y mucho menos tratar de entenderle, de encontrar en él lo que puede servirnos para seguir hablando y buscar vías de entendimiento. La política, hoy más que nunca necesita otras actitudes, otra disposición. Menos titulares, menos poses, menos fotos y más ganas de resolver problemas que de crecer sobre la base de enconar los que existen.
Category: Blog
Comentarios (7)
Trackback URL | Comentarios Feed RSS
Sitios que enlazan a este Post