TRABAJANDO JUNTOS PARA RESCATAR PERSONAS DE LA POBREZA

 

La pobreza y la exclusión se viven también en la capital de Europa. Personas sin techo buscando calor junto a la Gare Central de Bruselas hoy a las tres de la tarde.

La pobreza y la exclusión se viven también en la capital de Europa. Personas sin techo buscando calor junto a la Gare Central de Bruselas hoy a las tres de la tarde.

En las últimas semanas venimos trabajando juntos europarlamentarias y europarlamentarios que representamos a 17 organizaciones políticas para conseguir que en la Unión Europea haya una renta mínima de inserción. Para evitar fotografías como la que abre esta crónica. Personas con nuestros mismos derechos, buscando calor a las tres de la tarde en la puerta de la estación central de la capital de Europa. Un día de lluvia intensa con apenas dos grados de temperatura. Un drama frente al que este grupo quiere trabajar. Una iniciativa que responde  a los escalofriantes datos de Eurostat que alertan que más de un cuarto de la población europea vive en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que más que una situación dramática, supone un grave riesgo de emergencia social. En algunos países, millones de personas no tienen ningún ingreso o ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades vitales más básicas, como pueden ser la vivienda o la alimentación. Dentro de ellos, la situación es aún más grave si nos referimos a la pobreza infantil. Son datos indignos para una de las regiones más prósperas del mundo, lo que demuestra que añadida a la crisis, hay una falta de redistribución y de solidaridad

Es esta pues una iniciativa contra la pobreza que pretende hacer realidad un eslogan que escuché por primera vez al lehendakari Urkullu: es hora de rescatar personas con la misma intensidad y dedicación con que nos hemos dedicado a rescatar bancos.  La frase era mucho más que un titular. Estaba inserta en un discurso de profundo contenido social y económico que el presidente de Euskadi lanzó a los miembros de la Troika reunidos en el Forum Global Spain 2013 en Bilbao.  

Iñigo Urkullu recogía en aquel discurso lo que para EAJ-PNV es una de sus señas de identidad, la vocación social de sus políticas públicas. Y en un escenario propiamente Europeo recogía el testigo de otro lehendakari, José Antonio de Agirre y Lekube.  Porque mientras algunos de los más conspicuos líderes de la derecha española que nos gobierna desaprendían sobre el valor de la diversidad, la pluralidad, la política y la igualdad en las escuelas franquistas, los líderes del PNV estaban en otra cosa. Las actas de los Nuevos Equipos Internacionales, reuniones con Schuman, o De Gasperi son testigo de las aportaciones jeltzales a la idea de modelo social europeo hace ya casi 70 años. Esa escuela política es la que explica la intensidad de las políticas sociales puestas en marcha en Euskadi desde la recuperación del autogobierno. Para EAJ-PNV el compromiso social y con la economía real son mucho más que promesas o palabras. Son una verdadera obsesión. Son una inversión. Porque tratar de evitar la marginación y la pobreza, garantizar un mínimo básico en sanidad y educación, completar las a veces muy magras prestaciones de una seguridad social que pensamos que podemos gestionar mucho mejor desde Euskadi que como lo hacen en Madrid ha sido siempre para nosotros invertir, no gastar. Ese fue de hecho el frontispicio de nuestro programa electoral. 

Esa apuesta por el modelo social fue una de las aportaciones que desde ALDE hicimos al programa de Juncker cuando presentó el primer borrador grupo por grupo. De esa primera exposición a la segunda también ante el grupo y al programa que finalmente planteó ante el pleno hubo muchas novedades, una de ellas la de la implantación de esta renta mínima. Por eso y por la promesa de un plan de reactivación y el fin de la austeridad para 2015 apoyamos el plan Juncker. Por eso no nos costó nada sumarnos al grupo que, propuesto por la Asociación Española de Víctimas del Paro con sede en Sevilla, ha comenzado a trabajar para que esa promesa de Juncker se lleve a cabo cuanto antes mejor. 

El primer movimiento ha sido acotar el concepto, plantear esta iniciativa como el camino más directo hacia una suerte de renta mínima de inserción. La Renta de garantía de Inserción (RGI) que funciona en Euskadi es un ejemplo hasta  para quienes aparecen ahora como paladines de la defensa del modelo de protección social: “Podemos”.  La segunda etapa ha sido seleccionar el procedimiento institucional que puede ser más rápido y eficaz para implementarla.  Definido ese concepto de mínimos hemos preparado una pregunta dirigida a la Comisión Europea para saber en qué plazos y cómo piensa el equipo Juncker poner en marcha esta iniciativa.  Además hemos empezado a movernos por los diferentes grupos parlamentarios para captar adhesiones en  favor de esta iniciativa.  

Mientras los especialistas que tenemos en la Comisión de Empleo han empezado a buscar caminos para contrastarlos con el que en su caso proponga la Comisión o proponerlos si la alternativa Juncker no convence. La idea es utilizar las posibilidades, recursos y la base jurídica que ofrece el Fondo Social Europeo para crear esta renta mínima y plantearla sobre la base de dos ideas. Garantizar no solo la supervivencia sino la dignidad de las personas y orientar las acciones también al reciclaje profesional para favorecer la reinserción laboral. Además se pretende que este programa se complemente con otras iniciativas en vivienda y contra la pobreza energética para que el dinero dedicado a este programa vaya en su mayor parte a servicios y consumo e ingrese en la economía real en vez de retornar a los presupuestos públicos por la vía del pago de alquileres sociales, etc. De ese modo se espera que estas ayudas sirvan también de acicate al consumo y se integren entre las medidas de estímulo que tanto necesita la alicaída economía europea. 

La iniciativa no es ninguna broma. No está pensada solo para los llamados “países del sur” porque en toda la zona euro hay que atender las necesidades vitales de los más de 122 millones de personas que viven en situación de riesgo y exclusión social. 

Las organizaciones firmantes a través de sus eurodiputadas y eurodiputadas, representan a 17 organizaciones políticas y a diversas coaliciones electorales europeas y son: COMPROMIS, EQUO,CHA, Bloque Nacionalista Galego-BNG, EH BILDU, Esquerra, PSOE, Izquierda Unida-IU, Iniciativa per Catalunya-ICV, PSC, Alternativa Galega de Esquerdas-AGE, Partido Nacionalista Vasco-PNV, Compromiso x Galicia-CxG, Coalición Canaria-CC, UPYD, PODEMOS, CIUDADANOS. Las 12  eurodiputadas y eurodiputados que han dirigido esta iniciativa al ejecutivo comunitario son Jordi Sebastiá(Compromis-Equo-CHA), Josu Juaristi (EH Bildu-BNG-Los Pueblos Deciden), Josep-Maria Terricabras (Esquerra), Sergio Gutiérrez (PSOE),  Angela Vallina y Paloma López (IU), Ernest Urtasun (ICV),  Javier López(PSC), Lidia Senra (AGE), Beatriz Becerra (UPyD), Tania González (Podemos) Juan Carlos Girauta (Ciudadanos) y yo Misma que represento en el grupo a PNV,  Coalición Canaria y Compromiso por Galicia. 

Este mismo documento informa que la pregunta dirigida a la Comisión, se basa en la promesa que el pasado 15 de julio de 2014, el entonces candidato a la Presidencia de la Comisión Jean Claude Juncker realizó en torno a la creación de una renta mínima garantizada, una petición que fue aprobada por el Parlamento Europeo en la anterior legislatura europea y que cuenta con el apoyo de numerosos colectivos y organizaciones sociales en todos los Estados miembros. En este sentido, se le recuerda al ejecutivo europeo este compromiso de su Presidente y la necesidad de cumplirlo inmediatamente ante esta situación de emergencia social. Igualmente se enfatiza que existe base jurídica en los tratados para poder ponerlo en marcha y se pide una respuesta rápida sobre los instrumentos y los plazos para aplicarlo.

Tags: , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Category: Blog

Deja un comentario