UNA LARGA CAMBIADA

Hoy quiero compartir con vosotros algunas reflexiones en torno a la sentencia sobre las «vacaciones fiscales» que se ha conocido la pasada semana. Me gustaría que no se olviden dos cosas bien importantes.

Para empezar, el mismo Tribunal de Luxemburgo es el que también ha validado, a pesar de los recursos, el encaje del Concierto Económico en Europa al ser un sistema tributario que dispone de autonomía institucional, procedimental y económica. Ya no hay dudas al respecto y se ha creado, además, un movimiento de curiosidad e imitación en muchas regiones europeas punteras que ven en este tipo de responsabilidades sobre la hacienda pública una verdadera manifestación de autonomía política, un estímulo para la responsabilidad y una herramienta de enorme potencial para generar desarrollo, empleo y riqueza. Así pudimos comprobarlo en el seminario que organizamos en Bruselas en torno a la viabilidad de este tipo de sistemas. No me cabe duda, porque los resultados cantan, tanto en materia de desarrollo como en contención del déficit. A los que afirman  que es un privilegio para Euskadi les ofrecería el Concierto. Tengo claro que muchos no lo aceptarían. 

La segunda cuestión es que gracias al blindaje del que hemos dotado a nuestro sistema de relaciones financieras con el Estado, las comunidades limítrofes no pueden recurrir ya a los tribunales ordinarios las normas fiscales vascas. Mejor pues dedicar los esfuerzos a pensar en qué hacer para promover la  economía,  industria y la colaboración y no a tratar de eliminar los sistemas  que funcionan a base de trabajo, ideas, objetivos y personas. Y así dejaremos de correr riesgos innecesarios a los que no se exponen ni se expondrán jamás los sistemas fiscales de los estados.

Lamento sinceramente  el tono con el que el presidente del Gobierno Vasco ha terciado en esta polémica. Ha dicho no tener ninguna responsabilidad en el asunto olvidando que fueron gobiernos de coalición PNV-PSOE quienes tomaron y defendieron esa medida, encuadrada en un paquete mucho más amplio, destinado en aquella durísima década de los noventa  a combatir la crisis y reactivar la economía.  Hoy podemos decir con satisfacción que aquellas medidas fueron eficaces y que las devoluciones efectuadas en su momento hacen que la aplicación de la sentencia no tenga otros efectos prácticos a día de hoy que darle una efímera alegría al «lehendakari» riojano. Un alivio por los disgustos  que le han producido todos los pronunciamientos anteriores del citado tribunal. Disculpemos pues el lamentable tono de sus valoraciones.

El Concierto es un sistema de responsabilidad, porque si trabajas y generas empleo, economía  suben los ingresos públicos, pero si no consigues generar recursos el Estado no te los dá. Muchos de los problemas de déficit que acucian a muchas comunidades autónomas no se habrían producido de existir de verdad la autonomía económica que es una de las notas características del Concierto. Gastar es fácil. Cuadrar la cuenta entre ingresos y gastos es más complicado y hacerlo cuando controlas las dos columnas del balance se llama «responsabilidad». No se puede seguir pensando que los agujeros que algunos han provocado en el erario público en algunas autonomías con gestiones mejorables, aeropuertos sin aviones, etc. son parte del café para todos: ya pagará papá estado. Y así nos luce el pelo porque al final hay quien tiene que pagar parte del festejo. 

Nosotros sabemos que ese principio de neutralidad financiera que lleva implícita la autonomía económica es la base de la buena administración que nos ha caracterizado en las últimas décadas. Nadie va a venir a pagar por nosotros. La cosa del «cambio» ha sido una vez más, muy negativa para los intereses de toda la ciudadanía vasca, porque ha olvidado esta elemental lección. Arrancamos esta legislatura con una deuda que no llegaba a 492 millones de euros. Para el 2012 según datos del propio Gobierno nos acercaremos a los  5.941 millones de € aunque no esté muy claro el objetivo, porque los servicios públicos no parece que funcionen mejor,  y no se ven iniciativas de calado.

La segunda idea que quiero recalcar es el significado profundo de la palabra «responsabilidad». Si nos tomamos en serio el concepto, si tenemos herramientas para intervenir, mejor actuar y arriesgar que asumir el triste papel de Tancredo. En la década de los noventa Euskadi sufrió, como el resto de Europa, una de las crisis cíclicas vinculadas a la subida de los precios del petróleo. En nuestro caso además el panorama se ensombrecía por culpa de las actividades de ETA dedicada a asesinar personas y extorsionar empresarios. Un microclima que hacía especialmente difícil la situación.

Podíamos habernos quedado llorando, lamentarnos, mirar para otro lado y esperar a que viniesen a rescatarnos del caos. Pero hubiese sido imperdonable porque disponíamos de herramientas al menos para intentarlo. Y no nos equivocamos, porque entre todos, con mucho esfuerzo, pero con una utilización inteligente de la política fiscal, con incentivos a la inversión, una agresiva política de avales para las empresas con viabilidad, apoyo a la innovación y la internacionalización conseguimos darle la vuelta a la situación.

El tejido económico que floreció entonces explica las diferencias que existen hoy entre nuestras cifras de paro y las de España o nuestros niveles de renta, productividad y producto interior bruto. Además supimos repartir la riqueza que se creaba con  bastante equilibrio y llegamos a tener el mejor sistema sanitario y educativo del estado. Reconocerlo, en los oscuros tiempos del señor Aznar, le costó el cese al Director de Estudios del Ministerio de Educación y por poco la censura de los sucesivos informes Pisa que tercamente situaban a Euskadi en la cúspide del sistema educativo estatal. Encima comenzaron a llegar las «Q»-s de plata y oro a la calidad de la enseñanza acaparadas por «esos nidos de fabricar terroristas que son las «ikastolas», llenas de Aitores y hasta Ikeres, que ya decía el difunto Enrique Villar que con esos nombres solo pueden ser sospechosos.

Esa es una de las razones por las que el famoso «cambio» no cuaja. Estábamos bien y los que han venido lo están haciendo manifiestamente peor. Encima están ahí gracias al PP y a la sentencia judicial que impidió la participación de todos en las elecciones autonómicas. Acabamos de comprobar que la sociología electoral vasca cambiar, lo que se dice cambiar, mucho no ha cambiado. O por hacer un juego de palabras con el totem, es cambiante, porque insiste en que hay que cambiar a los del «cambio». Vamos lo que viene siendo una auténtica «larga cambiada».

Quiero acabar por ello con una última reflexión. Según el tribunal de Luxemburgo nos equivocamos con aquella medida de las vacaciones fiscales. Yo quiero que piensen por un momento en lo que ha ocurrido en Irlanda con el programa PEACE. Aquella era una comunidad desgarrada por un enfrentamiento sectario que empantanó las posibilidades de desarrollo de la región. A medida que fue consolidándose el proceso político de pacificación las instituciones europeas comenzaron a apoyar a los actores implicados, desde las autoridades «regionales» a las británicas, incluidas las más euro escépticas. Una parte fundamental de los fondos aportados en este programa se dedicaron a generar riqueza y empleo y hacer visible así el compromiso político de toda Europa por superar el problema irlandés que, como el vasco, es de todo el continente.

 Hay que destacar además, como muy bien describe el doctor Igor Filibi en un instructivo trabajo sobre cómo se organizó este programa, que sus primeras aplicaciones se construyeron sobre una interpretación al menos creativa del derecho comunitario. Menos mal que la Rioja no limita con el Eire porque a estas alturas hubiese recurrido el programa PEACE. Italia ya recurrió porque parte de los fondos que se aplicaron a esta tarea en su primera edición salieron de los que debía recibir el país transalpino y no consideraban legal el procedimiento de reasignación. Perdieron. 

Ahora que en Euskadi avanzamos hacia la paz vamos a necesitar también del mismo respaldo internacional para consolidar el proyecto político. En esto coinciden con nosotros las autoridades comunitarias. Nuestros procesos no son iguales. Una de las notas que van a distinguir el futuro programa de apoyo al proceso vasco de paz del que se está aplicando en Irlanda con el apoyo de toda la eurocámara, es que aquí no habrá necesidad de habilitar fondos para incentivar el desarrollo, porque vivimos en una región con el 135% del nivel de renta que hay en Europa. Eso lo conseguimos vascas y vascos en el ejercicio de nuestra responsabilidad, acertando en la mayor parte de los casos y equivocándonos, pero consiguiendo al fin, que hoy tengamos un sector productivo digno de tal nombre y mucho mejores expectativas de futuro que muchas y muchos otros. Hará falta dinero para otras cosas, para apoyar la reconciliación, la cultura de la paz, etc.

Lo peor es que mientras vivíamos esa angustiosa situación algunos tuvieron incluso el cinismo de  reclamar contra los esfuerzos que hacíamos para compensar unas condiciones bien adversas para el desarrollo. Además nos acusaban de connivencia con el terrorismo.  

Mientras aguantábamos tan injusto chaparrón, asumiendo riesgos y demostrando una acertada visión del largo plazo aplicamos a la fiscalidad, la promoción económica y la política industrial en general la misma creatividad que permitió a la Unión Europea habilitar el primer programa PEACE. La diferencia es que el objetivo perseguido permitió a la Comisión solventar sin dificultades las denuncias italianas. Nosotros, quizá porque alguien perdió de vista las especiales condiciones que justificaron la adopción de estas medidas, hemos tenido peor suerte con La Rioja.

No quiero ni pensar que el terrorismo fuese percibido por algunos como una oportunidad para captar empresas pujantes. En todo caso me alegro de que la Comisión Europea, gracias a aquella previsión, vaya a librarse de las iras de algunas de nuestras comunidades limítrofes. Imaginemos por un momento que la situación nos hubiese paralizado y que la inacción nos hubiese llevado al desastre. Imaginémonos con un 25% de paro, sin tejido productivo, sin futuro, sin espectativas. Imaginemos las comunidades limítrofes sin vascas ni vascos conviviendo con sus habitantes, comprando y vendiendo, consumiendo y en definitiva, contribuyendo a su riqueza.  Una ayuda Europea para solventar esa situación les habría sentado tan mal como las «vacaciones fiscales»?.

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Comentarios (5)

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  1. Bittor dice:

    Kaixo, Izaskun: En «Con mucho más que palabras», destacas como generadores de riqueza el apoyo a la innovación e investigación, engarzadas en el proyecto europeo(trabajando por Euskadi).
    Gracias a que tuvimos personas con visión , inteligencia y trabajo para detectar la necesidad de buscar y encontrar soluciones ante una crisis aguda que se cernía sobre nosotros.En aquel momento,PNV y PSOE se unieron para consolidar la autonomía institucional y económica. Bendita «equivocación» la de las » vacaciones fiscales» que nos sirvió para generar trabajo, empleo y riqueza..La postura del Lehendakari a este respecto, como en tantos otros, es de irresponsabilidad y de falta de compromiso con su propio cargo: defender «lo nuestro».
    Ahora, nuestra urgencia mayor debe ser la consecución de la pacificación definitiva y la reconciliación.Y, por supuesto, con el apoyo de la Unión Europea.Seguiremos, Izaskun, contando con tu valiosa colaboración.Eskerrik asko.

  2. Anonimando dice:

    Joe! Qué pedazo explicación, te la agradezco enormemente.

    Yo tengo una teoría sobre Cantabria y La Rioja y creo que es parecida o coincide en parte con la idea que incluyes en tu último párrafo. Aquellos con un ego más grande que su propio cuerpo o territorio no soportan tener cerca a cualquier ente que les haga sombra. Si les diésemos pena por alguna razón (yo siempre digo que los que te envidian primero intentarán demostrar la promiscuidad de una, sino su fealdad si tampoco pueden entonces su falta de inteligencia y si tampoco pueden entonces pasan al terreno subjetivo con argumentos como la maldad,…) si les diésemos pena no pasaría nada, todo serían parabienes y buenas palabras, pero no el caso es que afortunadamente Euzkadi está bastante mejor preparada que sus vecinas y alcanzar esos niveles de preparación les va a llevar mucho tiempo. Tiempo en el que Euzkadi tampoco pernacerá quieta.

    Por otro lado y como pequeña observación si se me permite creo que en Euzkadi contamos con innumerables centros tecnológicos completamente descoordinados. Creo que deberían dividerse más eficazmente, al menos en dos partes, los que propongan soluciones e innovaciones para hoy (a la carta de la industria) y otros más de libre desarrollo cuyos resultados podríamos empezar a disfrutar dentro de diez. Por comentar mi humildísima opinión, que estoy segura que vosotros conoceréis y estaréis al tanto de la situación bastante mejor de lo que pueda estaría yo incluso dentro de diez años.

    Un saludo y gracias otra vez!

  3. manuel dice:

    A mi no se me ocurriría tirar piedras contra mi propio tejado pero parece que López es experto en tirar piedras contra su propio tejado.

    Saludos.

  4. simon dice:

    Si es cierto que la evolución prevista en cuatro años de la deuda pública vasca vá desde los 492 millones que había al principio de la legislatura hasta casi 6.000 millones para 2012,en cuatro años, después de los recortes sociales, de sueldos de funcionarios, sanidad,etc., creo que «alguien» en el Parlamento vasco debería estar permanentemente denunciando esta situación, exigiendo explicaciones al gobierno López y si me apuran hasta denunciando en los tribunales de justicia este proceder.
    ¿No es suficiente barbaridad?
    ¿Es o no cierto? porque no me lo puedo creer.
    Si el PNV se pasa el día diciendo que el gobierno López no está gobernando…
    ¿como es posible que la deuda haya aumentado de esta forma?
    ¿No es esto suficiente para que nos indignemos todos?
    Pero yo me indigno igualmente por lo que hace el gobierno y por lo que no hacen los que se supone que deben controlar la acción de gobierno.

  5. Autor dice:

    Estoy de acuerdo contigo en lo preocupante de este asunto. Pero no comparto contigo en que no se esté haciendo nada para denunciar y tratar de limitar esta forma de proceder. Te he hecho una búsqueda en la página del Parlamento Vasco para sacar las iniciativas de control desarrolladas en lo que va de legislatura sobre el incremento de la deuda . El resultado habla por si mismo:
    http://www.parlamento.euskadi.net/cm_iniciac1/SDW?W=INI_DESCRC+PH+IS+%22deuda%22+AND+INI_LEGIS%3D%2209%22&M=1

    Como escribía arriba, estos son los efectos del «cambio». Sin duda este gobierno gestiona mucho peor que el anterior.

    Puedes además hacer otra cosa. deja tu queja o preocupación en este espacio:
    http://partaide.parlam.euskadi.net/

    Gracias por tu comentario.

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