ORONA, MUCHO MAS QUE LO ORDINARIO

La sede corporativa de Orona

La sede corporativa de Orona

Proyecto, liderazgo, objetivos claros, ilusión, mucho más que un trabajo, una pasión, un visión, anticipación…son claves del éxito de las organizaciones que triunfan en el mercado global. Son claves que he encontrado en la sede central de Orona y su proyecto IDEO, un laboratorio de una nueva forma de hacer empresa, de gestionar una cooperativa, de crecer, de aspirar a consolidar la posición del más grande de los pequeños entre los gigantescos. De fusionar en un mismo espacio un laboratorio de investigación, una planta de producción, una facultad universitaria especializada en tecnologías básicas básicas para el proceso industrial que promueve esta alianza: la fabricación de ascensores, escaleras mecánicas y soluciones de movilidad para superar desniveles. Y un ejercicio de responsabilidad corporativa que como todo el proyecto que nos explicaron esta semana Javier Mutuberría, Mikel Tolosa e Iñigo Market es mucho más que lo ordinario. Es una mirada con ojos del siglo XXII a los próximos treinta años. Es un proceso a largo plazo para mucho más que sobrevivir en un contexto en el que si algo añoramos es la certidumbre.
El círculo de Orona es uno de esos logotipos que como el de Irizar puedes encontrar en cualquier hospital de Londres, en un centro comercial de Portugal, en las más vanguardistas viviendas ecológicas de holanda o en las estaciones del metro de Bruselas. Mi curiosidad por lo que hay detrás del circulo nació precisamente en la estación del metro que conecta el edificio central de la Comisión Europea con las líneas uno y cinco del suburbano de la capital de Europa. Allí es uno de los primeros lugares en los que la firma vasca ha comenzado la renovación de los ascensores y las escaleras mecánicas. Porque Orona ha ganado el concurso convocado para asumir esta tarea. Se suma así a la CAF otro proveedor de la STIB, la compañía pública que gestión el transporte público en Bruselas. Por eso fuimos testigos del reconocimiento europeo a su forma de hacer. Por eso no dudamos en trabajar con ellos en uno de esos temas que revelan lo difícil que resulta desafiar a los gigantes en su territorio cuando comprueban que la tecnología y capacidades del más grande de los pequeños igualan o superan al de uno de los gigantes en su propio terreno, Alemania.
Por eso tenía ganas de visitar el origen de ese ciclón que se prepara para una de las gestas industriales más ambiciosas que jamás se ha planteado una cooperativa en el viejo continente. No seré yo quien adelante lo que será en breve una de las noticias industriales del año. Pero si quien exprese mi admiración por lo que hay detrás de ese proyecto: Una mirada a largo plazo. La convicción de que el talento es la clave del éxito en el mundo global, la confianza en los valores que permiten al emprendimiento cooperativo fijar el empleo y la riqueza al territorio y la rebeldía transformadora que está haciendo ir mucho más allá la idea de que hay que acercar la universidad a la empresa. Uno de los estímulos que necesitamos para resetear todo nuestro sistema educativo para hacerlo evolucionar. Para propiciar que además de conocimientos valore y potencia competencias que como la capacidad para trabajar en equipo, liderar o comunicar catalizan el talento disponible en una organización.
Estos no son retos estrictamente empresariales. Sin embargo son parte del proyecto con el que Orona se pertrecha para incluirse entre los fijos que juegan cada año en la Champion Ligue de su sector. Por eso configuran una nueva dimensión de la responsabilidad social corporativa y alumbran un modelo, una forma e hacer de las que buscan las autoridades europeas para recuperar la competitividad de la Unión y devolver la esperanza a su ciudadanía, una referencia obligatoria para hacer habitable y comprensible el mundo del futuro. Este factor diferencial, esta otra forma de haces es algo que fascinó en su día al Comisario europeo de empleo Lazlo Andor, que respondiendo a una pregunta de un eurodiputado socialista español que buscaba un titular contra la reforma laboral de Rajoy se encontró con algo que no se esperaba en absoluto:

En la caftería de Orona, los productos se compran en un cículo de menos de 100 kilómetro y bajo normas de comercio justo

En la caftería de Orona, los productos se compran en un cículo de menos de 100 kilómetro y bajo normas de comercio justo

Esta forma de hacer va sembrando su sed de talento con visitas como las que más de 2.500 escolares realizan anualmente al ecosistema de innovación que resplandece junto a una de las rotondas que conecta Hernani con la red principal de carreteras de Gipuzkoa. La que se percibe en todos los detalles, hasta en el círculo de excelencia al que se obligan los hosteleros que prestan servicio en este complejo que compran y cocinan en modo local y bajo criterios de comercio justo. La sede corporativa en la que van oronizandose los responsables de las más de cuarenta empresas que, en todo el mundo, se han convertido al irresistible atractivo que tiene mucho más que resistir en un mundo de gigantes.

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