CONSTRUYENDO CONVIVENCIA DESDE EL DOLOR. TRES DE MARZO

Nerea Martínez, Gorka urtarán Izaskun Bilbao y Josu Juaristi abriendo las jornadas de Gasteiz en el cuarenta aniversario del tres de marzo

Nerea Martínez, Gorka urtarán Izaskun Bilbao y Josu Juaristi abriendo las jornadas de Gasteiz en el cuarenta aniversario del tres de marzo

Esta semana tras meses de preparación hemos asistido en Vitoria a unas jornadas internacionales que, recordando el cuarenta aniversario de la matanza de Vitoria el tres de marzo de 1976, se han dedicado a reflexionar sobre la impunidad de que disfrutan los responsables de aquellos hechos, sobre cómo funcionan las políticas de memoria histórica y qué relación tienen como lo que se hace en otros países. Quiero empezar esta crónica por lo que me parece fundamental: hablar del dolor de las víctimas, de las del tres de marzo y de otras muchas que sienten, con toda la razón, que su realidad no tiene la suficiente presencia en la historia reciente del País, en lo que llamamos “el relato”. Por eso el vídeo con algunos de esos testimonios, un vídeo que habla del dolor de familias como las de Pedro Mª Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro, José Castillo García y Bienvenido Pereda Moral abre con toda la intención esta crónica de unas jornadas en las que la asistencia y participación de público fue masiva y desmiente que vivamos en una sociedad pasiva o desinteresada por estas cuestiones. Creo que a ello contribuyo la consistencia del programa y la potencia intelectual y moral de algunos de los ponentes y, por supuesto el recuerdo vivo y activo en Gasteiz de aquella tragedia. De hecho las fuerzas reaccionarias que siguen vivas en algún oscuro rincón de nuestra sociedad se tomaron tan mal este esfuerzo por la verdad, la justicia y la reparación que decidieron atacar las estelas que recuerdan en Gasteiz y Alegría Dulantzi esta tragedia que condenamos todos con calma pero con inmediatez y contundencia.

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La impunidad de delitos como los que han padecido estas personas, el tema central al que se referían las jornadas, es claramente contrario a la legislación internacional, contraviene también las recomendaciones de las Naciones Unidas, del marco europeo de referencia en materia de derechos humanos que configura la Carta sobre la materia integrada en el Tratado de Lisboa y nada tiene que ver con los criterios sobre memoria histórica que se aplican en otros estados de la unión. Por eso reconocerlo, repararlo, abrir paso a la verdad, integrar estas historias en lo que hemos llamado en los últimos años “el relato”  de nuestra historia reciente no solo es una exigencia humana y ética inaplazable, sino que es respetar leyes que también nos obligan. A quienes se les llena la boca hablando de respeto a la ley esta es una clave que debería hacerles pensar, aunque las anteriores, por pre políticas, por justas, por imprescindibles para reconstruir nuestra convivencia deberían haberles obligado a actuar hace mucho tiempo.

Porque lo que allí, en aquella desgarradora sucesión de relatos quedó perfectamente claro es que ese dolor, no suficientemente reconocido, no reparado necesita mucha más atención. Y prestársela no significa en modo alguno justificar ningún otro tipo de violencia. En las intervenciones de muchas de estas personas eso quedaba perfectamente claro. Para quien sufre y conoce ese tipo de dolor no es difícil ponerse en la piel del otro. Solo hay que darle la oportunidad. Por eso las palabras de algunas de las víctimas allí presentes reflejaban más bien, que una adecuada integración de todos estos tristes hechos en el relato, comenzar simplemente por pedir perdón por lo ocurrido desde las autoridades del estado que cometió, amparo o propició estas gravísimas vulneraciones de los hechos, algo que reclamó en la inauguración de las jornadas el alcalde Gorka Urtaran  es un buen principio para resolver dolores de hoy que, como vimos con claridad en el debate con los partidos políticos que cerró las jornadas producen hoy efectos en la convivencia aunque naciesen en sucesos ocurridos hace decenios.

Por eso en las jornadas una de las constataciones fue que debemos resolver esa cuestión pre política, que hacerlo ensancharía el camino de la convivencia y que hay disposición por parte de estas víctimas a intentarlo. En esa línea se expresa el manifiesto que ha sido una especie de resumen de las jornadas y que ya está en las mesas de las formaciones políticas con la aspiración de que tenga algún tipo de recorrido institucional. En este vídeo Nerea Martínez Aramburuzabala, sobrina de Pedro María Martínez Ocio y Eva Barroso Chaparro hermana de Romualdo Barroso, ambos asesinados aquel fatídico tres de marzo de 1976 dan lectura a un documento en el que se recogen estas aspiraciones y se hace una clarísima apuesta por la convivencia, el diálogo y la no violencia apelando al cumplimiento de la legislación internacional.

Como decía, estamos hablando de cuestiones pre políticas, pero además de cuestiones legales. Por eso vista la posición que ha mantenido el gobierno de España en torno a la impunidad de crímenes como los ocurridos el tres de marzo creo que tiene especial interés el documento que, desde la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas nos remitió Omar Fabián Salvioli. El titular de la misma, este letrado argentino, no pudo estar presente en Gasteiz pero quiso remitirnos este contundente comunicado que leyó en las jornadas Andrés Krakenberger, el ex delegado de Amnistía Internacional en Euskadi y presidente de la Asociación Vasca de Defensa de Derechos humanos.

Fue esperanzador para mí el tono del debate con los representantes de los partidos simplemente por ser posible, por ser abierto y por constituir un avance en la convivencia. Hubo momentos de enorme intensidad emocional y altura personal y política. Conseguimos terminarlo, pese a que a veces el auditorio amenazaba tempestad y escucharnos. Y esa es la primera condición para el diálogo y para la construcción de un proceso y una respuesta distintos a las que se han dado hasta hoy fundamentalmente desde el Gobierno español. Porque otra de las cosas que quedó perfectamente clara en las jornadas es que en este asunto de la reparación, en los ámbitos que están en

El comienzo de la mesa de partidos

El comienzo de la mesa de partidos

nuestra mano, Euskadi está en cabeza de lo que debe hacerse para tratar este problema. No me queda sino agradecer especialmente al representante del Partido Popular Carmelo Barrio su presencia allí, porque realmente tenía un toro difícil de lidiar y al público asistente que optase por el diálogo  conteniendo los amagos que hubo de acabar con él. Igualmente destaco las aportaciones de todos porque en las aportaciones que escuché encontré aguja e hilo para tejer esperanza. La primera que hoy durante el debate de investidura de Pedro Sánchez prácticamente todos los intervinientes tuvieron un recuerdo para los asesinados en Gasteiz.

Entre los asistentes a esta mesa de partidos varios contaron la experiencia dramática en este país de haber sido víctimas de la violencia de la dictadura y de la de ETA lo que puso perfectamente de relieve la dimensión del error cometido por esta organización en el plano ético y político al persistir por su apuesta por la violencia. Ha sido una de las grandes excusas para que el debate sobre la derogación o modificación de la ley de amnistía no se haya producido mucho antes. Porque lo que también quedó claro es que leer con los ojos de hoy lo que fue y significó aquello tras la muerte del dictador es otro error. También me quedó claro que entre quienes han amparado, justificado y amparado las actividades de esta organización criminal se abre paso el concepto de justicia transaccional para superar este terrible episodio lo que viene a ser un reconocimiento de que las actividades de esta organización han sido vulneraciones masivas y generalizadas de derechos humanos y por lo tanto un error.

Pero es que en las jornadas hubo debates apasionantes como el de la privatización de la memoria y lo que significa, desarrollado por Ricard Viñes y una espectacular radiografía del franquismo y las repercusiones de los valores que instaló en la sociedad española en la sociedad de hoy desarrolladas por Josu Chueca y Manuel Blanco Chivite. Aquel debate me pareció muy recomendable para entender los problemas que tiene la sociedad española hoy con el mismo concepto de diversidad y pluralidad y nada mejor que el resumen que del mismo hicieron sus protagonistas.

Hubo además una reflexión sobre el resultado práctico de las iniciativas que se han puesto en marcha desde la sociedad civil para combatir la impunidad, como la querella argentina que se analizó con el auxilio de verdaderos especialistas en el recorrido internacional de este tipo de causas y expertos en jurisdicción universal  y protagonistas de la promoción de este tipo de actuaciones. De hecho creo que en breve tendremos noticias sobre uno de los frutos de estas jornadas en forma de actuaciones institucionales ante la justicia estatal para tratar de traer definitivamente a los tribunales de aquí la depuración de estas responsabilidades.

No menos apasionante fue otro debate de fondo sobre el hasta dónde puede llegar la acción penal y las herramientas que se están utilizando para recopilar datos que puedan contribuir a esta reparación. Las aportaciones de figuras del renombre del forense Paco Etxebarria, Emilio Majuelo o Jon Mirena Landa y el intenso debate que mantuvieron y propiciaron en y con los asistentes fueron otro de los momentos cumbre de las jornadas.

Fue igualmente interesante conocer el devenir que estos hechos tuvieron en los tribunales de la época y los intentos realizados por diversas instancias para tratar de plantearlos en otras instancias nacionales e internacionales. Las explicaciones jurídicas al respecto corrieron a cargo del Decano del Colegio de Abogados de Álava Javier Martínez de san Vicente, la letrada Jone Goirizelaia, el dirigente sindical Arturo Val del Olmo. Eva Domaica, la periodista que modero el panel nos acercó también su recuerdo de los sucesos desde la posición de la que entonces era una niña de seis años.

Por razones técnicas no pude grabar las aportaciones de otros dos paneles, incluido en el que yo misma, junto a Josu Juaristi participamos como ponentes para explicar las actuaciones desarrolladas en el parlamento europeo en este campo. Por si os sirve de referencia podéis bajar desde aquí la presentación que utilicé para hacerlo.

Espero poder recuperar alguno de aquellos testimonios para completar esta crónica que acabó de modo bien entrañable. El cantautor Patxi Villamor nos hizo vibrar y cantar juntos con dos canciones bien conocidas que os dejo aquí como expresión del trabajo colectivo que ha hecho posibles estas jornadas. No os inquietéis porque en el primero aunque hubo un fallo de sonido que pudimos corregir en unos treinta segundos se escucha enseguida perfectamente. Muy interesante después del amago de tempestad que acabábamos de tener en la sala en la mesa de partidos la anécdota que cuenta Patxi sobre Salbador y la pitada que recibió la primera vez que llegó a una final de un concurso de Bertsolaris. Tuve que dejarle unas gafas para que pudiese completar la anécdota.

Esta canción, la que cerró las jornadas “Nora zoaz, nora doaz”, que seguro que la habéis escuchado todos

Decía trabajo colectivo porque la idea de preparar unas jornadas internacionales surgió mientras ayudábamos a la asociación Martxoak Hiru a preparar la queja que presentaron ante la Comisión de peticiones del Parlamento Europeo y hacerla realidad ha requerido unas buenas horas de esfuerzo y coordinación. Creo que el “núcleo duro” que las ha hecho posible se merecía un reconocimiento público que reitero aquí a las personas de Nekane Pérez, Josu Ibargutxi, Andoni Txasko y Jon Goikolea que semana a semana han ido armando el rompecabezas que nos ha permitido ofrecer a Gasteiz un evento que ha captado el interés del público y se integra en un calendario de actividades mucho más amplias para subrayar el cuarenta aniversario del tres de marzo de 1976.

En la víspera con algunos de los ponentes del lunes ante el Museo Artium

En la víspera con algunos de los ponentes del lunes ante el Museo Artium

Decía trabajo grupal porque estas jornadas no hubiesen sido posibles sin el increíble equipo humano del museo Artium de Vitoria sin la paciencia y buen hacer de las y los periodistas que moderaron las mesas, sin la colaboración logística y financiera del Ayuntamiento de Vitoria, el gobierno vasco y la Diputación Foral de Alava y la implicación de los grupos parlamentarios ALDE y GUE en los que nos integramos respectivamente en Europa EAJ-PNV y EH Bildu. Además hemos contado con la adhesión y el apoyo de otros eurodiputados que participan en el grupo sobre Memoria Histórica  que hemos constituido en el parlamento europeo y con el que hemos organizado ya algunos eventos de importancia de los que ya he dado cuenta aquí, como un seminario en Bruselas sobre impunidad, un homenaje a los últimos fusilados del franquismo o una acción coordinada para superar el bloqueo y conseguir que el cuarenta aniversario de la muerte de Franco y la impunidad de sus crímenes tuviesen la adecuada presencia en el pleno del Parlamento Europeo que coincidía con esa efeméride. Os dejo por aquí sus testimonios, que fuimos proyectando ante los asistentes a las jornadas al comienzo de cada panel.

Mi agradecimiento a los y las colegas parlamentarios que, por orden alfabético aparecen en los siguientes vídeos: Marina Albiol, Francisco Gambús, Ramón Jauregui, Ernest Maragall,Jordi Sebastiá, Josep Maria Terricabras,Ramón Tremosa, Miguel Urban y Ernest Urtasun

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